Escultura frente al río Saint Clair (¿Rob, Zully & Ian?)

viernes, 21 de enero de 2011

Reencuentro familiar


En Agosto del 2009, Bianka y Eduardo celebraron los quince años de Biankita en Panamá. Al leer esta historia muchos recordarán esta linda celebración que se convirtió en una verdadera reunión familiar. Cada uno de nosotros puede relatar esta historia de la forma en que la percibimos.

Esta es mi historia. Después de una larga semana de intenso trabajo en el hospital, finalmente llegó el día de viajar a Panamá. Un largo viaje desde Atlanta para celebrar a Biankita en sus quince años. Mientras Eduardo, Bianka y Sonia estaban a cargo de todos los preparativos, yo como simple invitada tuve mucho tiempo para compartir con Mami, Papi, Sonia, Nena y Oswaldo y su familia.
Sonia, Mami, Papi y yo en el Causeway
Sonia, Breatriz, Papi, Zully, Mami 7 Oswaldo en Beirut
Sonia me había dicho “duerme en el avión, porque acá no vamos a parar.” Dicho y hecho. Lo primero que hicimos fue ir a cenar al famoso “TGI Friday’s” en Marbella con Sonia, Carlitos, Nena, Rogelio &  Aarón. Esta fue la primera vez que comí sushi hecho con plátano maduro…diferente, pero delicioso. De allí a jugar bolos hasta que no pudimos más. Al día siguiente nos reunimos con mi mamá y mi papá en la casa de Oswaldo y de allí al Causeway. ¡Cómo había extrañado al Causeway! Aunque no se parece mucho a lo que recuerdo en mis días de “college” en los 80´s todavía me trajo muchos recuerdos. Particularmente la playita de Naos donde uno nunca sabía si el aceite en la piel se debía al “Coppertone Oil Tanning” o al diesel de los barcos que pasaban por el canal. En la noche Oswaldo nos llevó a uno de mis restaurantes preferidos en Panamá: Beirut. Allí la pasamos muy bien especialmente cuando la belly-dancer se acercó a mi papá y él trataba de hacerse el distraído.
Alberto, Zully, Loyra, Edwin, Jenny & Irving

Llegó el día del evento. Mi mamá, Sonia y yo fuimos al salón de belleza a arreglarnos el cabello y todo lo que se requiere para un evento como este. La familia se reunió en la iglesia del Carmen para la ceremonia religiosa donde el Padre le dio la bendición a Biankita y a toda la familia. Cuando llegamos al Hotel Intercontinental vi por primera vez a Bianka, a Zeddy que tenía tanto tiempo sin verla y al igual que a Loyra y Omar (gracias Omar por enviar a Nadya y a Alex a buscarme al aeropuerto). Los invitados empezaron a llegar y fue un desfile de tíos y primos que no había visto en décadas. El mejor momento fue cuando César, Loyra, Edwin, Alberto, Irving y yo nos reunimos para recordar viejos tiempos (aunque extrañamos a Olguita). Yo iba de mesas en mesa saludando y hablando con todos  recordando juntos muchos tiempos lindos. La sensación de tener a tanta familia querida junta fue surrealista. Lo más fascinante es que la familia que ya era grande es mucho más grande ahora que hemos añadido a nuestras parejas e hijos. Ver a varias generaciones de primos juntos fue algo muy especial.

Biankita y su papá Eduardo
El momento tan esperado llegó cuando Biankita quien parecía una princesita salida de un cuento de hadas entró acompañada de su padre, precedida por sus primas, primos y su hermana Carolina quien parecía una muñeca también. Bianka hizo el brindis el cual fue entusiástico y jovial. La presentación fue divina, la comida espléndida y la compañía sin comparación. Cada detalle de la velada fue muy especial.
Zully, Bianka y William en el avión a Miami
La celebración continuó el próximo día en la casa de Oswaldo (en Clayton muy cerca de donde vivían tía Yolanda y tío Eddie cuando estaban en Panamá). Otro día de chistes, historias y más comida hasta que llegó el momento donde tuvimos que decir adiós. Unos salieron para Chitré, otros para Minnesota, y yo para Atlanta. Al día siguiente en el aeropuerto y para sorpresa nuestra Bianka, su familia y yo estábamos abordando el mismo avión rumbo a Miami. Allí tuvimos más tiempo de seguir hablando y compartiendo. Momentos planeados y otros no planeados hicieron este viaje muy memorable para mí y para muchos de ustedes.  Espero que ocasiones como estas se repitan pronto. Quizás la próxima reunión sea con nuestros primos maternos como Isabel había comentado una vez. De cualquier forma, gracias Bianka y Eduardo por ejecutar el sueño de Biankita que a su vez se convirtió en el “venue” o lugar de reencuentro familiar. Las fotos hablan más que las palabras...

Besos,
Zully
Sonia, Beatriz y yo

Papi y yo

Con Mami & Oswaldo
La Quiceañera y sus damas






































lunes, 17 de enero de 2011

Un Estilo de Vida Sencillo

Cuando pienso en la idea de una vida simple se me viene a la mente el tema del programa “Green Acres” con Eva Gabor & Eddie Albert.


“Green acres tú eres mi vida
Adiós a la vida en la ciudad
Green Acres aquí vamos!

Nuestra casa en Atlanta
En unas de esas tantas conversaciones que Rob y yo solemos tener acompañadas de una copa de vino o una buena cerveza nos preguntamos, “¿Qué es lo más importante que queremos tener en nuestras vidas?” Lo primero que los dos dijimos fue “estar cerca de la familia.” De una vez empezamos a hablar sobre la logística para llegar allí. “…a ver, un hermano en Louisiana, otro hermano en Texas, y tus padres en California…mmm, creo que va a ser imposible mudarnos cerca de tu familia,” dije yo. “¿Qué tal si nos mudamos a Panamá?” Pero después de pedirle consejo a mi hermano Oswaldo y considerar las problemáticas del caso nos dimos cuenta de que la probabilidad de tener éxito en ese intento era mínima. Ok…, de vuelta a la terraza de nuestra casa en Atlanta otra vez sentados con una copa de vino (cualquier excusa vale para pasar un bien tiempo), y descartando la primera propuesta, decidimos que lo más importante entonces sería pasar la mayoría del tiempo posible con nuestra pequeña familia (Rob, David, Ian y yo). Pero…¿cómo lograr esto cuando hay que dejar a Ian en un preescolar por 9 horas al día mientras los dos trabajamos, y cuando en las mañanas nos despedimos a las 7:00 am y no nos vemos hasta las 7:00 pm? La segunda prioridad para nosotros: tener un impacto positivo en la comunidad en que vivimos y odoptar un estilo de vida sencillo. Un estilode vida sencillo que sin imaginarnos nos costaría mucho tiempo y esfuerzo.

Casa en Brookhaven
Empezamos a hacer cambios grandes y pequeños. En vez de regalos de navidad, enviamos donaciones a caridades. No más viajes al mall por ninguna circunstancia (¿cómo se supone que yo maneje mi stress?…esto fue lo más difícil para mí pero después de 3 meses ni me acordaba que el mall existía). Rob tomó tan en serio su tarea de mantener el medio ambiente que cuando viajábamos, si no había un sistema de reciclaje en el hotel donde nos hospedábamos, el traía a casa las botellas, latas y papel que habíamos usado para reciclarlos con los nuestros. También empezamos a adoptar alimentos y estilos de vida más saludables. Vendimos mi SUV y yo me quedé con el sedán de Rob y él se compró un auto compacto. De la misma manera vendimos nuestra casa de 4+ recámaras y alquilamos en el área de Brookhaven, cerca del hospital Northside donde yo trabajaba. De esta forma nos podíamos mudar en cualquier momento. ¿En cualquier momento? “En cualquier momento” se convirtió en 3 largos años.

En combinación con los cambios que estábamos adoptando y para hacer las cosas más interesantes creamos nuestra “lista de deseos.”
  • Queremos vivir en una ciudad pequeña con un paisaje bello cerca del agua (lago o mar)
  •  Poder llevar a Ian caminando a la escuela
  • No tener que viajar para ir al trabajo
  • Tener trabajos con horarios flexibles  para pasar más tiempo juntos
  • Sentirnos realizados con nuestras profesiones
  •  Darle a Ian un ambiente seguro donde él pueda jugar con sus amiguitos en la acera de la casa (como en los viejos tiempos)
  • Ver a David tan a menudo como le sea posible durante sus vacaciones de la universidad  
Y yo añadí… “me gustaría ver los barcos pasar como los veía en el Canal de Panamá.” Y Rob dijo “¿por qué no, baby? Si nos esforzamos, podemos tener lo que queremos.”

Hospital Northside
Siguiendo nuestra lista de deseos como guía, buscamos trabajos en Florida y cerca de toda la costa del Este de Estados Unidos y finalmente cerca de la costa Oeste. Rob tenía entrevistas telefónicas todas las semanas. Sin embargo, las cartas de “…gracias, pero no” nos empezaron a llover en todas direcciones. Las ideas de Rob parecían demasiado progresivas para la costa Este y demasiado conservadoras para la costa Oeste. Rob siempre me decía “no te desanimes, leamos nuestra lista de deseos otra vez y mantengámonos enfocados.”  Y finalmente, después de una de tantas entrevistas por teléfono, Rob recibió una propuesta de trabajo en el lugar menos pensado… ¿¿¿¡Michigan!??? Él viajó primero para tener una entrevista en persona y continuamente me enviaba mensajes de texto con fotos de Saint Clair. “Baby, este lugar es lo que estábamos buscando. Tiene todo lo que escribimos en nuestra lista de deseos, incluso los barcos como en el Canal de Panamá. ¿Lo puedes creer?” me dijo al regresar de su viaje. Un mes después estábamos desempacado nuestras pertenencias en nuestra nueva residencia en Saint Clair. Una combinación de fe, perseverancia y un poquito de tenacidad.

Rob & Ian caminando a la escuela

Rob & Ian
Aunque a veces extraño la ciudad y tuve que hacer un viaje de emergencia a New York City para ir a un show de Broadway y cenar en Buddahkan, me alegro de que ahora Rob camina 45 segundos para llegar a su oficina la cual queda en el edificio que se conecta con el patio de nuestra casa. Yo empecé un negocio que me permite tener mucho tiempo libre con mi familia y darles empleo a 4 talentosas profesionales. Tenemos una casa preciosa con vista al río Saint Clair el cual tiene el agua tan turquesa como el Caribe. Desde mi recámara puedo ver los barcos pasar. La idea de no ir más al mall fue genial, ya que los malls más cercanos están en Port Huron o en Canadá (Saint Clair está en la frontera con Canadá). David nos visita tanto como sus estudios se lo permiten. Ian sólo va a la escuela 3 días a la semana por 6 horas. El resto del tiempo está con nosotros. Rob lleva a Ian a la escuela caminando, aún en temperaturas bajo cero (está loco) pero él quiere ser fiel a su promesa. En una de esas caminatas a la escuela Ian le preguntó… “Daddy, ¿podemos vivir en Saint Clair por mucho tiempo? A mí me gustan mi escuela y mis amiguitos.” A medida que pase el tiempo, Rob y yo esperamos encontrar tan buenos amigos como los que dejamos en Atlanta y poder decir lo mismo que Ian. Aquí tienen un lugar en nuestra casa para cualquier momento en que nos quieran venir a visitar con mucha nieve y frío en el invierno y con los más bellos días de verano y otoño. Besos.

Diciéndole adiós a mis amigas en Atlanta
Barcos en el río Saint Clair

Jetskiing - Río Saint Clair

Ian encantado con la nieve
Ian con sus vecinitos

Nuestra Iglesia

Rob, Ian y yo frente a la Iglesia

Disfrutando la tarde
Mi amiga Sandie vino desde Atlanta a visitarnos

Ian y su mejor amiguita Lauren

Ian en la fiesta de navidad de la escuela

Desfile de bicicletas en Saint Clair

Regata en el río

Superman & Superboy

Amanacer en el río

Como si estuviera en Panama

David de visita en St. Clair con su amiga Hannah

Rob & Ian en el Lago Huron (uno de los Grandes Lagos)